Con los pies destrozados pero con muy buen sabor de boca de los dos primeros días, el sábado no iba a ser menos. Abrimos la jornada con la actuación de Dano, seguido de la joven e inconfundible Deva, como no podía ser de otra manera, estuvimos apoyando en todo momento al talento nacional, aunque nos costó dejar de lado a Nicola Cruz y FKJ.

Acto seguido, nos desplazamos al Village para disfrutar de la más pegá de España aka Bad Gyal. Ya había anunciado por las redes su nuevo show y no decepcionó. Cuando terminó, tuvimos que correr al XS, donde pudimos gozar de los últimos temas de Lil Moss, que juntó a toda la tropa. ¿Qué podemos decir de la actuación de Cecilio G que no se haya comentado ya? El barcelonés tuvo que dar la nota y, sin duda, lo supo hacer como nadie, empezando con una entrada triunfal a caballo y finalizando con uno de nuestros temas preferidos, ‘From Darkness With Love’, con un búho sobre el brazo. Un poquito de Red Axes y rumbo a Sónar de Noche.

La noche empezó con muchísimas ganas y expectación por la actuación del Conejo Malo. Se hizo de rogar, nos tuvo esperando 15-20 minutos pero cuando salió, fue apoteósico: luces locas, audiovisuales increíbles y un Bad Bunny entregado con el público, que nos hizo bailar y cantar sin parar. A los puristas les decimos: ¡menudo fiestón os perdisteis!

Después de coger aire y darle un chance al pulmón, nos dirigimos al Sonar Pub para ver el dj set de Waajed, aunque no pudimos terminar la sesión para poder deleitarnos con el grime de Skepta. Acto seguido, vuelta al Pub teníamos un cita obligatoria con Kaytranada, la noche iba viento en popa. Empezamos a poner el oído más fino con Dj Tennis, para saltar a lo grande con el incansable Paul Kalkbrenner, que hizo cenizas el Club hasta las 05:00, ¡qué barbaridad! 

Y llegamos al gran cierre de la 26º edición del Sónar, el momento que todos y, a su vez, ninguno esperamos. Ante nosotros, el mismo quebradero de cabeza que la noche anterior, tres cierres brutales y las piernas ya no dan para demasiado… Empezamos con la pura tralla de Amelie Lens, así uno no decae jamás. Después, nos movimos hacia Honey Dijon & Louie Vega, techno más bailable. Lo cierto es que la idea era acabar en Dixon, pero el dolor de pies pudo con nosotros y no nos movimos más del Lab. Una difícil elección, pero Dijon y Vega nos hicieron más sencilla la decisión de quedarnos ahí. 

Sonar, ¿ahora qué hacemos? El resto del año, las fiestas no van a ser lo mismo. Solo nos alegra pensar que no será un año completo el que habrá que esperar para volver a disfrutar de ti, contigo, como sea. 

Y para ti, ¿cuáles han sido las actuaciones más memorables del Sónar 2019?